martes, 25 de octubre de 2016

RINCONES DE MI CIUDAD 4

ESCUDOS DE ARMAS EN LAS CALLES DE PAMPLONA

MARTINEZ Y ULIBARRI


Calle Chapitela número 22

Don Juan Cruz Martínez, casado con doña Josefa Mélida, y su sobrino don Domingo de Ulibarri y Martínez obtuvieron sentencia de hidalguía en 1781, como naturales y originarios del valle de Lana.





Uno y otro habitaron esta casa a finales del siglo XVIII. Don Juan Cruz tenía instalado en la bajera un obrador de cerería.

El escudo es el característico de la nobleza colectiva de los naturales vecinos del Valle de Lana, que reproduce la inscripción latina de una lápida romana hallada en el lugar de Gastiáin. El privilegio fue otorgado por Felipe IV de Castilla el año 1665. La labra heráldica está profusamente decorada con ángeles, figuras tenantes, leones y cabezas de querubines.






Agradecimientos:
A D. Juan José Martinena Ruiz por permitirme transcribir sus textos del libro Escudos de armas en las calles de Pamplona, editado por el Ayuntamiento de esta ciudad.
Archivo Municipal de Pamplona.
Almudena Alonso.




 

martes, 13 de septiembre de 2016

RINCONES DE MI CIUDAD 3

ESCUDOS DE ARMAS EN LAS CALLES DE PAMPLONA

 

VIDARTE-ARDAIZ-ZARO-AROSTEGUI

 


Se encuentra situado en la Calle Comedias, número 9

Don Juan Angel de Vidarte y Ardáiz, casado con doña Mariana de Zaro y Aróstegui, obtuvo ejecutoria de hidalguía en 1751, como originario de la casa de Buchére, en Beguioiz, tierra de Cisa, reino de Francia. Fueron sus hijos doña María Fermina, don Juan Angel, don Manuel, doña Vicenta y don Ramón, nacidos entre los años 1718 y 1729.





El mismo escudo se puede ver en la Plaza del Castillo, número 2 y en la Calle Curia, número 14.

Esta casa, que tiene una señorial fachada a la Plaza del Castillo, era la llamada de Colmenares, porque en ella vivió D. José Javier de Colmenares y Vidarte, varias veces alcalde de Pamplona entre los años 1868 y 1883.




Agradecimientos:
 
A D. Juan José Martinena Ruiz por permitirme transcribir sus textos del libro Escudos de armas en las calles de Pamplona, editado por el Ayuntamiento de esta ciudad.
 
Archivo Municipal de Pamplona.
 
Almudena Alonso.

 


miércoles, 1 de junio de 2016

RINCONES DE MI CIUDAD 2

ESCUDOS DE ARMAS EN LAS CALLES DE PAMPLONA

AOIZ-ZUZA-ARDANAZ-EPAROZ-ELETA-OCHOA-VILLA DE AOIZ

Se encuentra situado en la Calle Chapitela, número 12

Don Juan Antonio Aoiz de Zuza y Ozcoidi, casado con doña María Catalina de Eleta y Etuláin, obtuvo ejecutoria de hidalguía en los tribunales de la Corte Mayor y del Consejo Real de Navarra el año 1757, como originario de la casa de Martinena, en el lugar de Zuza, valle de Lónguida. Vivían en la casa de Chapitela todavía en 1774.


Fueron sus hijos doña María Teresa, casada con don Tomás Vicente de Gayarre; don Juan Ramón, teniente del regimiento de Caballería de Alcántara; don Vicente, gran heraldista y genealogista, casado con doña María Manuela Martínez de Espronceda, que aparece como dueño de la casa en un plano de 1789; don Fermín, presbítero y abogado de los Tribunales Reales y don Juan José, subteniente del regimiento de Infantería de Galicia y más tarde capitán del regimiento de la Reina, muerto en acción de guerra el 28 de agosto de 1793.
La "fuesa" o sepultura familiar de don Juan Antonio y doña Catalina se conserva en la iglesia de Santo Domingo y lleva grabada la fecha de 1757.
En 1845 seguía habitando en la casa doña Pilar Aldamar, viuda de don Vicente de Zuza.
El escudo presenta una prolija ornamentación barroca, con ángeles y figuras mitológicas. La fachada de la casa es una de las más auténticas del siglo XVIII que quedan en la ciudad.
Agradecimientos:
A D. Juan José Martinena Ruiz por permitirme transcribir sus textos del libro Escudos de armas en las calles de Pamplona, editado por el Ayuntamiento de esta ciudad.
Archivo Municipal de Pamplona.
Almudena Alonso.



jueves, 19 de mayo de 2016

RINCONES DE MI CIUDAD


ESCUDOS DE ARMAS EN LAS CALLES DE PAMPLONA
SAGASETA DE ILURDOZ



Se encuentra situado en la Calle Comedias, número 7.

Don Juan Antonio Sagaseta de Ilúrdoz y Morrás, vecino de Pamplona y dueño del palacio de Ilúrdoz; su hermano don Juan Manuel, vecino de Metauten; don Martín Lorenzo, Contador de Su Majestad en el Ejército de Aragón; doña María Antonia y doña María Asunción, obtuvieron ejecutoria de hidalguía en 1728, como originarios del citado palacio. Fueron sus padres don Martín de Sagaseta e Ilúrdoz y doña María Eustaquia Morrás y Albizu, señora del palacio de Metauten.






El mismo escudo de armas se puede ver también en la casa de la calle Zapatería que hace esquina a la Plaza Consistorial y en la calles de San Francisco, n´mero 27.



Agradecimientos:
A D. Juan José Martinena Ruiz por permitirme transcribir sus textos del libro Escudos de armas en las calles de Pamplona, editado por el Ayuntamiento de esta ciudad.
Archivo Municipal de Pamplona.
Almudena Alonso.

jueves, 26 de febrero de 2015

Claustro San Pedro de la Rúa (Estella) -2-




La segunda parte de la infancia se plasma en el capitel nº 3, dedicado a la Matanza de los Inocentes, a la que se otorga un desarrollo inusual, pues ocupa la totalidad de la cesta, quizás por sus connotaciones martiriales, ya que no hay que olvidar que para la tradición de la Iglesia los Inocentes fueron los primeros mártires.
Se inicia con la entrevista de los Magos –a caballo- con Herodes desencadenante de los hechos.



Prosigue con la orden del monarca a sus soldados de masacrar a los niños.



A continuación la matanza propiamente, cargada de dramatismo.



El tercer y último capitel cristológico, el nº 2, da un salto en el tiempo,  pues nos ofrece el final de la Pasión y la historia de la Resurrección.  La historia se abre con el entierro de Cristo, en el que,  además de los imprescindibles Nicodemo y José de Arimatea, intervienen dos ángeles turiferarios.


Se prolonga con el Descenso de Cristo al Limbo



Tras él encontramos la Visita de las Marías al sepulcro vacío, que les es mostrado por un ángel. 




 Cierra el conjunto la aparición de Cristo a la Magdalena.




 Enlace a mi página
Enlace a Mi Cámara

Textos: Clara Fernández Ladreda

Fotos: Fermín Goyen 

viernes, 6 de febrero de 2015

Claustro San Pedro de la Rúa (Estella) -1-




CLAUSTRO DE SAN PEDRO DE LA RUA

Se encuentra adosado al costado sur de la iglesia, a la que rebasa por el Este, en tanto por el Oeste solo alcanza el inicio del nuevo tramo.
Hoy en día ofrece un aspecto insólito, pues cuenta con solo dos galerías, la septentrional y la occidental, integradas por nueve arcadas cada una.




Como es usual en los claustros parroquiales, la función de éste era funeraria, sirviendo de lugar de enterramiento a los feligreses y –como pone de manifiesto la piadosa leyenda del obispo de Patras- a ocasionales peregrinos muertos cuando se dirigían a Santiago (Goñi Gaztambide). El carácter cementerial se hace patente en los arcosolios perforados en sus muros perimetrales que albergan sepulcros.






Los capiteles que continúan emplazados en el claustro se organizan en diecinueve conjuntos, que se corresponden con el mismo número de soportes,  si bien la parte septentrional presenta cestas historiadas y la occidental motivos decorativos. 
A su vez los capiteles historiados del ala norte pueden clasificarse en dos grupos: cristológicos- con episodios de la Infancia de Cristo, Pasión y Resurrección- y hagiográficos –dedicados a santos mártires, con frecuencia relacionados con la Iglesia-. (De todo ello iremos hablando en próximos post).
El círculo cristológico abarca tres capiteles, que se inicia en el nº 4 a contar desde el Este, donde se narra la primera parta de la infancia de Cristo, comenzando el relato con la Anunciación, integrada por la Virgen y San Gabriel, los dos en pie y el arcángel exhibiendo un libro abierto en el que figura la inscripción Ave María.
Continúa con la Visitación y la Natividad que comparten lado. De estos dos episodios habría que destacar el Nacimiento, con María en el lecho, el baño del Niño –episodio tomado de un apócrifo, el Evangelio árabe de la Infancia- y San José erguido apoyado en su cayado. 
Por último vemos la Adoración de los Magos con el primer rey arrodillado y los otros dos en pie conversando.









Textos: Clara Fernández Ladreda Aguadé

Fotos: Fermín Goyen

¡¡Hasta el próximo posto y espero que os haya gustado!! 
 

lunes, 12 de enero de 2015

SAN PEDRO DE LA RUA -2- Estella (Navarra)




ESCULTURA MONUMENTAL:
TEMPLO Y CLAUSTRO

Está focalizada básicamente en tres hitos que son siguiendo un orden cronológico:
La Capilla mayor de la parroquial.
El claustro anejo
La portada del templo.
LA CAPILLA MAYOR:
De los arcos de entrada a los absidiolos, solo conserva la cesta derecha, en ella , en la cara principal se representa un torneo entre dos caballeros, mientras en la izquierda creemos ver un guerrero a pie atravesando con la espada un monstruo y en la derecha un ave (estas dos escenas últimas están muy perdidas y su identificación es dudosa).



En el absidiolo central, el capitel de la izquierda muestra hombrecillos desnudos –unos barbados y otros imberbes- entre tallos entrelazados de vid.


En el absidiolo sur, la cesta de la izquierda nos ofrece el episodio de Sansón desquijarando al león por cuadruplicado, dos en la cara frontal y uno en cada lateral, enfrentados en los ángulos. 

La escena más interesante y enigmática del conjunto es, sin embargo, la del capitel derecho de este mismo arco, presidida por una mascara demoniaca con la boca abierta para mostrar la lengua y los dientes, y cuernos en forma de serpientes que atacan a sendas figuras masculinas desnudas acuclilladas que aparecen llevándose las manos a la boca y enseñando los dientes. 


Los capiteles de las ventanas y arquerías ciegas del segundo nivel son todos vegetales y, en la mayoría de los casos, iguales o casi iguales. Menos uno, repiten el mismo esquema básico, dos niveles de volutas, generalmente rellenas de hojas, a partir del cual ensayan dos posibilidades: o bien se ciñen al motivo base, o bien lo complican enriqueciendo las volutas inferiores con un borde liso o decorado. En dos casos, sin embargo, las hojas de relleno de las volutas inferiores han sido sustituidas por otros elementos: flores y roleos respectivamente.






Solo una cesta, la izquierda de la ventana central, ofrece un asunto distinto: tallos ondulados que parecen surgir del astrágalo, de los que brotan hojas de vid, manzanas y piñas.

Los dos capiteles del arco triunfal resultan prácticamente idénticos entre si y parecen estar inspirados en el esquema base de los anteriores, si bien lo imitan con cierta tosquedad.


Textos: Clara Fernández Labreda